El mapa de una ciudad lo hace su arquitectura, sus imponentes edificios y plazas. También los más humildes, cómo no. Su trama urbana va mutando poco a poco de la mano de una sociedad siempre cambiante. Del coche a la bici y de la bici al patinete. Las ciudades, siempre vivas. Mirando a esa ciudad, unos ojos curiosos, los ventanales de aquellos comercios que son al mismo tiempo espectadores y actores de ese paisaje urbano, espacios que hablan de los hábitos de cada generación y, a través de su imagen, de la estética de cada época. Sí, los letreros comerciales también son patrimonio, aunque no siempre se hayan mirado con mimo…
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